La nueva normativa sobre fugas de carbono impone mayores exigencias a las empresas
Nuestro equipo de registro jurídico tiene información importante para todas las empresas manufactureras sujetas al comercio de derechos de emisión:
Con el fin de eliminar las desventajas competitivas en el marco del comercio nacional de derechos de emisión de combustibles, el Gabinete Federal adoptó el 31 de marzo de 2021 la Ordenanza BEHG sobre fugas de carbono (BECV). La aprobación por el Bundestag y la Comisión de la UE aún está pendiente.
La fuga de carbono se refiere generalmente a la deslocalización de las emisiones de CO2 a terceros países. El motivo puede ser la situación competitiva a la que está sometida una empresa. Si el precio del CO2 sube y la empresa no puede repercutir en los clientes el consiguiente encarecimiento de los productos debido a la competencia, existe el riesgo de que la empresa deslocalice la producción al extranjero, donde no se aplica el comercio de derechos de emisión. Esto socava el objetivo real de reducir los gases de efecto invernadero en Alemania y la UE.
La BECV sigue el modelo del Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión (RCCDE), pero establece requisitos más estrictos para las empresas que quieran recibir una compensación por los mayores costes derivados del comercio de derechos de emisión. La desgravación está diseñada para ser más restrictiva y combina dos requisitos. Sólo podrán recibir ayudas las empresas y partes independientes de empresas que puedan asignarse a un sector o subsector con riesgo de fuga de carbono. Las empresas solicitantes deben demostrar (a partir de 2023) que cumplen una intensidad mínima de emisiones para recibir un nivel de compensación de 65 a 95%, según el sector. Se prevé una franquicia de 150 toneladas de CO2, que no son compensables. La referencia de combustible de la UE añade otros factores que conducen a una reducción del nivel de compensación. Por ejemplo, el uso de gas natural da lugar a una desgravación mayor que el uso de carbón.
Sólo es subvencionable el consumo de combustible que se produce en la fabricación de productos asignados a un sector con riesgo de fuga de carbono. Si el consumo de combustible también se produce en otros sectores o áreas de la empresa, estos no se tienen en cuenta en el contexto de la desgravación.
Las empresas subvencionables también deben presentar contraprestaciones. Por ejemplo, la introducción o el funcionamiento de un sistema de gestión energética conforme a la norma ISO 50001 o de un sistema de gestión medioambiental conforme al EMAS es obligatorio para las empresas con un consumo anual de energía superior a 10 GWh. Los requisitos no son tan estrictos para las organizaciones con un consumo inferior. Además, una determinada proporción del importe de la desgravación debe reinvertirse en medidas de protección del clima y eficiencia energética.
Nuestro equipo de catastro jurídico espera que la BECV entre en vigor a mediados de año. Si su empresa se ve afectada por la normativa, estaremos encantados de asesorarle, incluso en la introducción y mejora de su sistema de gestión energética y medioambiental conforme a EMAS o ISO 50001.
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